Lo primero es repasar brevemente la historia de las lentes escerales. Las primeras eran hechas de vidrio y estaban destinadas a cubrir las mismas indicaciones clínicas que encontramos hoy, pero el pobre entendimiento en principios de ajuste en el ojo y fisiología de la córnea eran factores limitantes.
Esto no quita que ya se había constatado del gran potencial de mejorar la calidad de visión bajo condiciones adversas lo cual promovió el desarrollo de las lentes de contacto como ciencia.
La fabricación y proceso de desarrollo mejoró ciertamente con técnicas de ‘acomodo’ en el ojo usadas a partir de la década del 20′ y técnicas de impresión de ojo introducidas entre los años 1930 y 1940.
El Polimetilmetacrilato (PMMA) fue desarrollado en la misma época: las propiedades del termo plástico permitieron mayor versatilidad para acomodar las lentes al ojo a partir de impresiones y un proceso de fabricado de mayor precisión. Mientras se potenciaba las posibilidades de las lentes escerales a la hora de la práctica, la introducción del PMMA también trajo consigo la muerte prematura de las lentes escerales cuando fue posible fabricar ‘micro lentes’ en 1953. A partir de esta fecha, una pequeña cantidad de clínicas especializadas se dedicaron a la práctica de lentes escerales.
Las lentes escerales fueron hecha por primera vez de gas permeable (RGP) en 1983 permitiendo el inicio de una nueva era. Los diseños tradicionales fueron modificados por diseños personalizados y adaptados al ojo del paciente.
En cuanto a las indicaciones de las lentes escerales, las más frecuentes tienen que ver con Queratocono (córnea cónica) pero también tienen utilidad en pos trasplantes de córnea, altas miopías y astigmatismo.
En los últimos años hay una corriente de oftalmólogos y optometristas que han tenido éxito al usar las lentes escerales como terapia en casos de Ojo seco severo.
El secreto de éste éxito se halla en que las lentes escerales son capaces de retener una reserva de fluido detrás de la propia lente mientras se encuentra en el ojo además de que al cubrir toda la esclerótica (o “parte blanca del ojo”) el ojo queda protegido de agentes externos.
Es decir que si bien en un principio éstas lentes sólo se consideraban para casos de enfermedades severas, ahora se utilizan para Queratocono leve, Ojo seco, o incluso intolerancia a las lentillas normales.
¿Dónde conseguirlas? Tenemos pocas opciones. En España, yo sólo tengo constancia del Instituto IOBA de Valladolid, pioneros en muchos campos de oftalmología y un oftalmólogo de experiencia en la práctica de lentes escerales, Miguel Romero. No he sido capaz de recabar más nombres. Si nos vamos fuera de la frontera encontramos a Ken Pullum (Hertford, Londres). He leído muchas experiencias positivas de gente de toda Europa que ha viajado hasta Inglaterra para que le hagan la lente a medida y luego pasan por el proceso de encaje en el ojo que a veces resulta difícil, pero de cualquier manera estas personas han notado una mejoría sustancial en su calidad de vida. Similar al IOBA, tenemos a Boston Scleral Lenses (Boston, Estados Unidos), una organización dedicada a elaborar lentes a medida. En el caso de BSL, encontramos gente que cuenta sus experiencias y demarcan su felicidad por haber recuperado su vida. Gente con síndrome de Steven-Johonson, que no pueden salir a la calle porque les afecta la luz natural, pueden recuperar su calidad de vida. También hay muchas personas que ven aliviados sus síntomas de sequedad ocular ya sea por los motivos que fuere: inducida por medicamento, cambios hormonales, déficit de algún tipo, enfermedades inmunológicas. Poco importa la casa del ojo seco, las lentes escerales se adaptan a todos los casos.
Por desgracia no a todos les van bien. Hay gente que sencillamente no les entra en el ojo, por más anestesia que le pongan, al final se les termina inflamando los párpados y para ellos es una gran desilusión. Otro problema con BSL, son las enormes trabas que imponen para concederte el derecho de optar a las lentes. Allí, la seguridad social cubre lo que es el proceso de fabricación, asistencia -consultas- y la instalación en los Ojos. Por ello, evalúan cada caso y según la severidad, a algunos los aceptan como pacientes y otros son sencillamente rechazados ya que ahora mismo están desbordados de pacientes y por ello ya están planeando abrir más clínicas.
Obviamente que antes de probarnos la lente definitiva nos darán una muestra. En cuanto a costes, las lentes pueden ir de 750 euros a 1500 (c/una) dependiendo de si el proceso de fabricación necesita de impresiones o no. No he podido saber si la seguridad social cubre parte de los costes. Otro factor negativo es el mantenimiento que deben llevar, y que deberemos pasarnos por revisiones cada cierto tiempo.
Yo os dejo el tema de las lentes sobre la mesa, y ya vosotros podéis seguir investigando pero desde luego si ya hemos agotado nuestras opciones y vemos que no hay posibilidad de revertir nuestro Ojo seco o Disfunción de las glándulas de Meibomio, las lentes pueden ser una opción a probar.
Os dejo algunos enlaces de interés:
Instituto IOBA, en Valladolid: www.ioba.med.uva.es
Miguel Romero,en Madrid: mrjlentes@gmail.comHertford Optometry (Ken Pullum): www.kenpullum.co.uk
Boston Scleral Lenses: www.bostonsight.org